PROLOGO, POR EL AUTOR
Hace un año, exactamente que pensé que estaba muerto A la altura de una cumbre mínimamente empantanada, quedo inerte y sin demasiadas ganas de hacerme el fuerte. Habrá algún intento próximo de derramar algo de literatura en éste blog. Nada podría ser más lejano a su intención primaria. Sin embargo, ya cito poco a otros autores al iniciar cada post, mis arrebatos de rabia se han ido disipando poco a poco hasta molestarme solo algunos días a la semana y las pocas veces que me siento a redactarle unas líneas al lector, doy conmigo mismo, medio muerto de sed a las alturas de otro tiempo, sin nadie más que yo. Hoy toca hacer recuento porque así me lo he impuesto. Mi disciplina escasa me basta a veces para llenarme a mí mismo a penas. Hace un año, exactamente que pensé que estaba muerto. Deduje que el mundo había muerto conmigo, que ya no era joven, que mi cuerpo pasaría a ser parte de otro páramo desconocido, me ví entumecido y confome con mi propia muerte y, en un intento por desembriagarm...