CLASES OBLIGATORIAS

El instructor grita mucho y estoy seguro de que piensa que tiene grandes dotes istriónicos. Es verdad que probablemente ha pasado bastante tiempo perfeccionando su vocabulario pero no se escapa de los regionalismos y las atrocidades gramaticales de la mala traduccion literal de algun terminmo que haya aprendido originalmente en inglés. Lo que me molesta, sobre todo, es su evidente arrogancia. El tipo se cree inteligente al punto de hacer una pregunta en la última pagina del folleto que reza: "Fue el instructor tan sabio como usted esperaba?"... Dicho sea de paso que, a primera vista, encontre doscientos cinco errores ortográficos en ese mismo folleto. (Qué dificil se nos hace escapar de los juicios!)
Ok, rectifiquemos, no me importa que el instructor no sea un erudito, al fin, yo estoy lejos de serlo, pero me molesta (me molesta mucho) que me ponga aquí a perder mi tiempo (mi soleada mañana sabatina). Que un tipo, cuyo único mérito es conocer a un par de personas adecuadas, venga a hablarme de valores cívicos: no hay que acelerar demasiado, no matarás, no robarás, no beberás en la carretera...

(...)

Por otro lado, el Estado se aprovecha de mis diez millas de exceso (diez millas por hora en un trayecto de cinco minutos). Ciento ochenta dólares más treinta de ésta clase; qu eno importan al fin, peor que me recuerdan el valor verdadero de la conciencia social norteamericana. Un manojo de billetes que tienen la intencion de enseñarme (enseñarme qué?)
La policía, aquel domingo, estaba escondida entre los arbustos con una pistola, a modo de emboscada... para enseñarme a mantenerme al margen; para proteger y servir a cualquier otra persona.

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En la clase hay personajes interesantes.
Está, por supuesto, el adolescente de pantalonetras de sábana y gorra de los New York Yankees a medio lado, cadena gruesa al cuello y una pulsera con la bandera de Puerto Rico. Lo bueno es que este tipo de gente levanta la cabeza al hablar, no importa cuán equivocada sea la afirmación. levantan la cabeza y te miran a los ojos (y atrévete a contradecir...)
A su lado está un viejitocubano que saludó con un "Hi" sonoro al entrar al salón. Una camisa a cuadros con los espejuelos (estuche y todo) en el bolsillo del corazón, pantalones que le quedan chicos y respuestas graciosamente criollas: "Qué página es esa jefe?"
Siguiendo en la cubanada, frente a mi, está un conductor de camión que que no notó que le habían sumado también diez millas a su letrerito favorito. Un tipo condescendiente con una verruga enbn la cara que muy bien, a juzgar por su lenguaje corporal, pudo haber mandado a matar a sus últimas diez esposas.

(...)

A mi lado, un mexicano callado . No lo culpo, es dificil seguir la pista a la palabrería de la clase. El tipo evidentemente no quiere estar aquí. Se distrae y de vez en cuando, sin siquiera fijarse en quién le mira, se saca un moco y lo pega sin disimulo alguno en el asiento. Me divierte la jocosidad, la despreocupación de este individuo. Creo que, de todos, es el que mejor me cae. (Me parece que ha cabeceado un par de veces también).
Adelante, donde no alcanzo a ver, hay dos señoras que se quejan y se contaminan mútuamente. No alcanzo a distinguir de dónde son por su acento. Una de ellas (de las voces) es de Chicago: "la ciudad de los vientos y nunca, óyeme bien chica, nunca me habían puesto un ticket. Y fue acá en Tampa que cayó la desdichada. No sé hablar de estas mujeres, hay algunas personas que, sin importar el sexo, deberían restringirse a barrer y bordar.

(...)

A mis espaldas hay un colombiano que se explayó ampliamente en la peculiaridad de manejar una moto (despertando la rivalidad del camionero cubano) y concluyó con la necesidad de más multas y más clases: "Hace falta que nos corten las alas, ticher, si no nos las cortan volamos."
-si André Bretón lo hubiese escuchado no habría tardado en incluirlo en la Antología del humor negro.-
Y de pronto pregunta el instructor: "Cuál es la causa número uno de muerte prematura?. Y puedo jurar que escuché el pensamiento de todos en el salón de inmediato: "La caída de los que no pueden volar..."

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Jajaja, me has hecho reir; y se me es muy fácil imaginarme cada uno de estos personajes metidos en una clase muy parecida en la que estuve metida por 2 ó 3 días seguidos ya ni me acuerdo...
En fin nada de esto hubiera sucedido, si no manejaras tan rapido! Ya sé que te pesa la multa, pero que se le va a hacer?
Anónimo ha dicho que…
Alejo... no sé bien que tipo de relación tenemos, pero me arriesgo... Es tu culpa. ¡NO CORRAS! Y si lo haces, ya probaste tu infierno. Caso hipotético: Alejo corre, un peatón cruza, sangre, vidrios, muerte, policía, juicio, jurado, homicidio culposo, cárcel... ¡Entonces, tu menor problema serán un par de señoras! Comentario a modo de chiste y de advertencia... rescata ambas partes...´Y sinceramente, no quiero que te mates en un semáforo. Tu amigo. EL TICO.
Anónimo ha dicho que…
jajaja que te traes con el mexicano q se saco el moco? y que mal que eso es lo mas importante que hizo aparte de caerte bien ¡¡Daa!!
te extraño...Truffa*

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