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Mostrando entradas de octubre, 2005

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dale click al título para ir a: http://myspace.com/alimine nada más por ahora.

breve nota de la gerencia

Este sitio es el producto del ocio de un escritor improvisado que no cuenta con otra intención que no sea la de desenmarañar un poquito su idioma. Entiéndase por eso su idioma, no tu idioma, o el idioma de ellos, o cualquier otro tipo de idioma. Proceda entonces bajo su propio riesgo. Considérese advertido: no encontrará aquí la gramática brillante de un escolar ni todas las tildes del mundo. El Autor se ha comprometido, eso si, a ponerle todos los puntos a las íes. Si usted encontrara alguna rayita que pudiese considerarse como una i, pero que carezca de un puntito encima, sírvase notificarnos con veinticuatro horas de antelación. Nosotros resolveremos el problema en la medida de lo posible y con toda la presteza que la ocasión se merezca. Por lo demás, las palabras pueden trocarse a voluntad del Autor, adquiriendo el significado que Él quiera atribuirles. Si usted eligiese seguir leyendo de este punto en adelante, proceda a entender lo que quiera: esa es su prerogativa y al Autor no

confortably numb

Al incorporarse ya era de noche. Había pasado mucho rato en el sillón y ya la funda había vagado por todos los rincones de la habitación. La noche anterior había llorado como un niño y no pegó un ojo. Cuando amaneció caminó desnudo por su casa vacía, hizo un amago para cortarse las puntas del pelo, se duchó, se afeitó, y se acicaló como parte de un rito cuyo propósito final le era desconocido aun. Salió mojado del baño y caminó un poco más por la casa. Afuera el día era glorioso, no había ni frio ni calor y la luz se infiltraba por todas las grietas de su casa. De pie frente a la ventana pensó en salir a jugar con los niños del barrio, en romperse el brazo en un tobogán y volver llorando a los brazos maternos, pero se detuvo por la sobriedad de su imagen desnuda reflejada en un camión de Fedex. Se había sentado en el sillón de la sala, esperando una visita, un soplo de vida. Esto no era aburrimiento, le divertía inmensamente su estado actual. Sutilmente sentía crecer sus ojos, sentía e

emergency exit

Ví cómo, desde el púlpito, escupían sanciones, sobre los otros algunos de los menos peores. Yo me mezclé, pero en mi defensa, siempre me mezclo con todo. Me zambuí en el mar de palmas oxidadas que se intersectaban en el aire produciendo un sonido que iba mas o menos asi: clap. Me senté, me entumecí, se me durmió la pierna derecha, cambié de posición, luego la izquierda, bostecé, le di codazos intencionales a la de al lado que hice parecer accidentales, esperé. Del concentrado amorfo de bigotes al frente a la derecha salió el matador a cantar lo nombres y luego hubo que escuchar. Más objetívamente, el salón era pequeño, había parches de espuma forrada en el techo y las paredes para ayudar a la acústica cobarde del lugar, sillas relativamente cómodas, un sistema de sonido que, coronado por un micrófono de dos dólares, no servía, alfombras, aire acondicionado, un púlpito, las dos puertas misteriosas de todo salón desconocido, una mesa con meriendas al fondo y luces frías. Me pareció un m

plan de guerra

Voy a poner mis ojos en tu boca, tal vez asi nos llegue la mañana. Una cancion que dediqué a tu sombra hoy me viene rondando la guitarra.Voy a vender tus parpados vencidos a cualquiera que pase por la plaza. Muchacha, para volver del olvido, hace falta mucho mas que una batalla. Voy a decirte que estamos fundidos y lo que buscas conmigo realmente no te hace falta. Y las malas miradas que te guardas sueltalas lejos de casa. Voy a quitarte el pie de la sonrisa y voy a regalar todas tus cartas: yo tengo tu disparo en mi camisa y el plomo va pegado a mi espalda. Voy a colgar las manos que tenías pegadas al candor de mis pisadas en la pared con tu fotografía para que nunca contestes mi llamada. Voy a decirte que estamos perdidos y hay un hueco en el camino y el color de mis mañanas. Y a la mala distancia que te sobra dale pan o dale espada. Voy a contarte un cuento que te prive de la perversidad de las montañas. Muchacha, para ganar una guerra, debes estar despierta en la batalla. Muchacha,

jueves por la tarde

Me levanto de la mesa quieriendo irme realmente pero ella me toma de la mano. No me dejes aqui hablando sola, no puedo hablarte si no me quieres escuchar. Me siento lentamente y de poca gana. La veo mover los labios y de repente recuerdo como quise meterme entero por esa boca. Me transporto a la dimension en la que le arranco el vestido en un movimiento de violencia mientras me mancha el dedo índice con su creyón de labios... No sabes como me duele haberte perdido, aun hoy. Ese fue un arrebato de sinceridad que me arrancó de mi escena imaginaria sobre la mesa de este restaurante de tercera. No he estado con nadie como vos... continua y le es dificil articular sus palabras porque se le contrae el cuello de una manera adorable. Ahora le presto toda mi atencion a su discurso. Concluyo en que hace mucho tiempo era un niño que buscaba aventuras y ella y yo nos enredamos. Todo eso es cierto pero ella esta aca frente a mi a punto de llorar por mi silencio y de repente, todo se vuelca. Mi abur

popular wisdom:

...the only people who enjoy responsibility are responsible people...

breve pausa publicitaria

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tercera muerte

Cuando un animal se hiere, cuando lo atropella un camión, le amputan la cola, le patean el hocico, se saca un ojo, se queda en tres patas... no se lamenta. Hay algo acerca de la fauna silvestre que le impide rebelarse contra su propio tiempo. Cuando un animal resulta herido no corre a su mejor amigo con la herida abierta, no va a la iglesia y grita "por qué" con las manos hacia el cielo, no escribe un libro alertando a sus contemporáneos de los peligros que le acechan, no se sienta de noche solo en un rincón a plantearse su propio significado, sino que se levanta en cuantas patas le queden y sigue andando con sus nuevas limitaciones. Un animal desconoce su propia mortalidad. Y cómo razonar sin la necesidad de hacerlo? Cómo deprimirse siendo inmortal? Qué mal es demasiado grande? No hay animales cobardes, hay animales ridículos. No hay animales tristes, hay animales cabizbajos. --------Al fin se cuenta de un buen filósofo griego que solía salir a la calle con una linterna aleg

segunda muerte

Mudarme de país. Cambiarme el nombre. Comprarme una guitarra roja. Hacerme millonario con un libro. Ponerle música a mis palabrotas. Tener una mujer, un hijo, un perro. Darles una casa y un hueso. Cambiar de religión y de frontera. Amontonarle el mar a mis ideas. Morir de noche y solo en la cuerda de una guitarra roja.

saturday night

Me muevo lentamente hacia la noche. Afuera la calle rebosa de bajas frecuencias y pechos abultados, caderas que se contonean, articulaciones mojadas, olores distintivos. Se ve todo muy claro desde una ventana grande de vidrio sucio. El aire acondicionado me sienta mejor. Afuera el aire es menos denso, pero mucho mas caliente. Hay que salir, hay que sentarse en esa mesita de plástico en la acera e interrumpir la conversación. Tomar al papel que se pasan de boca en boca fálicamente y ponerlo en la mía, aspirar, atragantarse un poco, acallar a la garganta y soltarle la vida en un suspiro. Me levanto, adentro juegan a taparse la boca y yo no puedo seguir aqui. Camino, tropiezo con ellas, ellas posan su mano en mi pecho suavemente y acercan el cuello para susurrarme algo. No escucho. Mi camisa tiene una mancha de sudor justo donde sus manos estaban. Ahora soy un despojo tambaleandose por la acera. Tropiezo de nuevo y no sé adonde voy. Pretendo que soy humo y que asciendo suavemente hacia ot

primera muerte

Cuando se despertó ya el sol no estaba. Medio perdido arremetió sus pasos contra el camino buscando pistas de su manada. Al no poder encontrar más que un par de caminantes rezagados, como él, se volcó iracundo hacia el fin del camino. Corrió como si estuviese rodando y cuando llegó ahi, al fin del mundo, el sol todavía no aparecía y las nubes se dibujaban matriarcalmente contra la gradiente de un cielo oscuro. Era una noche de marea roja y el olor a pez muerto hacía chillar a los otros extraviados que le siguieron al ver su arrebato. El fin del mundo era, en efecto esa aconglomeración de agua salina, de faros y gritos perdidos. Entendió ahi que no encontraría rastros ya de su manada y se tumbó contra la arena a contar los huequitos en la manta oscura que los cubría. Intentó arrullarse con alguna rima de la infancia, volver a sumirse en el sopor de donde había salido minutos antes, volver a quedar solo e inconexo, tendido en la noche densa sobre la arena... pero le salió al paso la idea

animal extraño

Un animal se despierta confiando plenamente en sus instintos. Olfatea a su alrededor, con ese olfato de fauna silvestre que desconoce su propia mortalidad. Es imposible verse en los espejos, el agua no sirve sino para beberla, y el frio y el bosque estan ahi para él. No existe nadie más que él y el animal aprovecha esa ventaja para lamerse sus rincones. Este sera un gran día, o no, y eso no importa. Un animal se levanta en sus patas débiles y camina simplonamente por su diario sin responder, sin quejarse y sin sentirse presa. Desconoce las categorias y los páramos le resultan acogedores. El mundo es un lugar aterrador para el hombre solo, pero para el animal es solo un sendero sobrecogedor. Nada siente el animal, salvo los más brutales azotes de sus propios sentidos. Hay frío, hay hambre, hay sueño y esta claro, de alguna manera que esa facultad es su única agarradera a la libertad. Habrá que salir a cazar y acallar las muecas del cuerpo propio, porque mañana no existe y ayer es hoy at