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Mostrando entradas de agosto, 2005

ENSAYO

En plena mañana de Florida, con el sol y la humedad chorreándome las sienes y la espalda, estoy en el salón de una "Iglesia sin denominación" tocando la guitarra para las canciones de la misa, pensando en el Anticristo de Nietszche y en cómo David debio haber sido parapléjico en vez de obligar a todas las generaciones posteriores a bailar como bailo él cuándo el espítitu divino... No sé por qué estoy aquí, quisisera decir que me arrastraron, que me comprometieron antes de darme cuenta, pero nadie me obliga y ahora no importa mucho porque tengo frente a mi al Pianista que cierra los ojos en abstracción y mañana tendré a toda la iglesia derrumbándose ante mis pies en alabanzas. Oración. "Reconocemos, Señor, que nuestro talento musical es un don que nos has dado y, por tanto, te lo ofrecemos a ti..." Me he mantenido al margen de todo. Soy el ateo tocando en una iglesia. Esto me molesta, pero no puedo enojarme con nadie excepto conmigo, por supuesto que no debía esperar

S.O.S.

A veces me pregunto hasta adónde llegaré. Siempre un altibajo constante y sigo siendo un vaso a medio llenar. Inutil hablar de la exposición en MOSI, no soy científico ni estoy muerto, ni nada de eso. En fin, abreviando, con toda la premura que me impone la proximidad de mañana, tengo una postal diseñado por estudiantes de la Universidad que reza: U.S.A. / S.O.S. y he decidido hacerle honor y salir al rescate. Y aquí voy, entenderá quién me quiera… un nuevo proyecto en el aire, en el aire…

UN RAYO

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Es oficial: tengo acumulados unos doscientos cuarenta y siete años de mala suerte en el amor, la cama, la economía y quién sabe qué más. Hasta ayer eran doscientos treinta y siete, pero hoy me llego otra cadena por correo que rompí deliveradamente. El siete es un número impar y lo uso solamente por no haber llevado bien la cuenta desde el principio, pero mas o menos, por ahi va la cosa. Tenia que haber copiado y pegado el texto de la cadena en un correo nuevo y mandársela a todas las personas de mi lista de conocidos para que, a su vez, regaran la bola por ahi, pero, después de considerarlo cuidadosamente decidí correr el riesgo y no mandar nada. Para colmo, el correo que recibí decía que mantenerlo en la bandeja de entrada después de haber sido leído por mucho tiempo tendría efectos catastróficos en el flujo de energía de mi karma y yo, a sabiendas de todo esto, aun no lo borro. Cabe decir que yo era el muchachito que le mandaba a menudo un correo a todos sus amigos puteándolos por en

BODIES, THE EXHIBITION

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A Tampa, FLorida, ha llegado una comitiva de cadáveres embalsamados asiáticos que esperan erguidos a sus visitantes en el MOSI (Museum of Science and Industry). Aunque recolectar información acerca de la intención verdadera de la exposición es algo dificil (la polémica que se ha desatado entre los amantes del arte y los mojigatos del mundo hace poderosas a ambas partes) algo está claro: es algo sin precedentes. Sería immperdonable que, estando tan cerca, no fuese a saciar mi curiosidad con los desgraciados chinitos que nadie reclamó y que ahora estan despellejados en el museo a la vista de todos y preservado por las miradas, los flashes y el aire acondicionado. Además, nada más emocionante que la idea de una idea sustentándolo todo: cadáveres en posiciones de la vida cotidiana siendo admirados por los incrédulos turistas. Una persona inerte observando a otra persona inerte y yo, escondido, caminando por los pasillos de la galería, entre músculos y tendones al descubierto admirándome

M. Y YO Y VISCEVERSA

M. fue (en cierta medida, es) mi amiga cercana por mucho tiempo. Era la muchachita de encías grandes y sonrisita simplona que me espantaba a veces con la voz más chillona del mundo y que me abrazaba casi todo el tiempo cuándo salía de mis relaciones más traumáticas y más absurdas con otras muchachitas simplonas en tiempos de colegio. Tanto fue asi que M. y yo colisionamos multiplicadamente, casi siempre como modo de excorcismo, cuando ella se aburría del morenito de paso y yo de mi morenita. Supongo que, desde afuera, alguien podría resumir mi relación con M. como absurda y monotemática, vana y superficial, en el mejor de los casos, pero desde aquellos días y desde mis ojos, nada se acercaba más a la libertad que sus piernas abiertas sin pedir explicaciones, sin reclamos ni arrastre. En fin, es lo más cerca que he llegado a estar del tan renombrado "amor libre". No es que trate de endiosarla ni de darle nombres que no le corresponden, M. era M. y nada más que eso. Hablábamos

FRAGMENTOS DEL HOMBRE MULTIMEDIA, "RENACENTISTA" DE HOY

A LIMINE Desde El Umbral Fácil Blancos Rincones

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CARPENTIER

"A nuestras espaldas, muy abajo, habían quedado las nubes que daban sombra a los valles; y menos abajo, otras nubes que jamás verían, por estar más arriba de las nubes conocidas, los hombres que andaban entre cosas de su escala." (Alejo Carpentier - Los pasos perdidos) Dice Carpentier de las Americas, de sus llanuras, de los miles y miles de ojos que se cuelan por entre las ramas para vaciarse en el rocío de demasiadas acusaciones. De robar las yerbas, de sudar desmedidamente, de las enfermedades de trópico... Dice eso de los tantos hombres perdidos -latitudinalmente perdidos- buscando las selvas de otros países, el Santo Griál de la existencia de su planeta incomprensible, amplio y morbosamente minúsculo. Alejo, el Carpentier, que habla con sabiduría siempre o casi siempre y que vuelve sobrevolando nubes y cayendo de precipicios apretándose el vientre lleno de balas asesinas, dice de las Americas y del viejo mundo. Y cuándo un hombre regala su juventud en busca de lo excelso

LA CASA

Camino despacio por los pasillos de la casa que nos va tragando poco a poco en sus desteñidas paredes beige. Detrás de mi estan los pasos de mi guía que me cuenta algo de la historia del lugar. No puedo oirle. El techo de una casa vieja debería ser alto y forrado de tejas coloniales pero, en cambio, este techo podría rozarme la cabeza si me decidiera a dar un salto pequeño y esta hecho de las más sólida placa de cemento que esconde, estoy seguro, un segundo piso. La iluminación no es escasa, pero la aconglomeración de las paredes y lo gastado de su pintura le da un aspecto más bien tétrico al corredor que parece ser interminable. Alto. Este es mi cuarto y más allá está el de mi guía. En el fondo, está la puerta trasera que da a un atrio descuidado. En lo que mi guía se pierde en su habitación su voz ininteligible se esconde también entre las paredes de la casa a la que le crece un laberinto por los corredores más beige en lo que más lo miro. Una vez dentro de mi cuarto me siento sobre

VUELTA

Habría que escribir un manual para admitir la culpa, sea esta cual sea. Cómo hace un hombre para presentarse ante otros hombres, encogerse de hombros y decir con todos los pulmones del mundo que ha sido él el culpable sin disminuirse y sin aumentar a sus jueces? Quiza ese es aun otro motivo por el cual soy un desadaptado, al cabo, pero no entiendo por más que lo intente. Hace un par de días el noticiero me llego con la nueva de que el presidente de los Estados Unidos, léase George W. Bush, no descarta, en las alturas del año 2005, el uso de la fuerza contra Iran por estar construyendo un arma nuclear. Ya sé, lector, que a estas alturas de la guerra en Irak usted se sorprendera por mi asombro y tiene toda la razón; hasta llegué a pensar que el muy desubicadito del señor Bush había trocado la ene por una ká y había cambiado de país por error. Igual, de unos desgraciados oscurantistas a otros no hay gran diferencia. Lo curioso es que días antes había visto Alexander (la película de Oliver

THIS IS NOT HOLLYWOOD

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HEAVEN, I'M IN HEAVEN

Me siento a escribir algo, cualquier cosa. Es hora ya, ahora que tan cerca estoy de terminar, no puedo darme el lujo de permanecer así de lacónico y dejo a mi izquierda el libro que leo y el papeleo que me viene atolondrando desde la mañana para jalar hacia mi la computadora lagañosa del fondo del escritorio. Y ahí va la primera tecla, la segunda, tercera y la primera palabra, tan inefable que, irremediablemente tengo que borrar al instante. Y a puertas cerradas Ella y Louis me cantan al oido desde los parlanticos minúsculos y chillones de la laptop que estan en el cielo, y no cualquier cielo, estan en Heaven; “and the cares that hung around me through the week seem to vanish like a gambler’s lucky streak”. Y no puedo escribir otra palabra, voy borrando todo lo que la negra más dulce del mundo me tarareó con su goce porque no es mío sencillamente y toda esa bondad de comadrona, de mujerona fuerte y dócil y querida y bien plantada con mamas dúctiles de la fertilidad de otro negro que no

EPISTOLARIO

Me sentaba a redactarle larguísimas cartas a aquella rubia de ojos bobalicones que tanta sal me dio en mi pueblecito natal una vez que fui de visita. Recibía por correo una hoja en blanco con una cita de alguien más, con las comillas más vistosas que se pueden poner para abrir y cerrar y alguna foto suya envuelta en papel higiénico. -Son para una exposicion de arte en la que denunciamos –o queremos denunciar- el despilfarro ambientalista de… Luego un libro con su dedicatoria: “Te lo mando porque dejó de ser prohibido acá, Antoine” y yo, más atrás me le encasquetaba en toda su rabia y su impotencia con una carta extenuante. No sé bien, a estas alturas, por qué di –y doy, quizá- rienda suelta a todos sus caprichos y todas sus ambiciones y por qué me sorprendo a menudo recriminándomelo. Será que en el corazón (trasero) de un Cuore, donde otrora, dejábamos manchas de sudor me di cuenta por primera vez en mi vida de la angustia, y lo que es peor: de toda la carga de la angustia que estaba d

PAUSA

Un par de días en la vida pueden pasar muy bien. Hay días, como hoy, en los que no puedo ver más alla. Entonces, me resigno a que, por más agua que me eche en la cara, y por más que me desacomode y trate de doblegar al cuerpo, voy a estar simplemente cansado. Debería explicar cómo gente de mi tipo descansa al menos, pero hacer eso me haría caer, inevitablemente en el sentido del juicio, tan desarrollado por todos ahora. Es algo horrible esto de las modas. Decía que de vez en cuándo, soy bueno en lo que se refiere a no ser nada. Es decir, hoy perfectamente pordría trabajar en la construcción, limpiar mi casa y cualquier otra tarea que no implique demasiado esfuerzo –mental- de mi parte. No podría aspirar hoy a escribir una cuartilla más de nada, hacer una canción ni terminar un cuadro con dos manos horribles, tocándose mutuamente, que tengo encaballetado desde ayer. Sin embargo, debo hacer de cuentas que hoy es ayer y resolver “lo que seas” matemáticos para un curso que, probablemente y

COMPOSICION EN ROJO DE MUJER DE MANOS GRANDES

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TRIBULACIONES, LAMENTOS Y OCASO DE UN TONTO HOMBRE AZUL IMAGINARIO, O NO

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NOTICIERO

Un hombre se levanta en la mañana con mil cruces a cuestas, como cualquier otro hombre, en cualquier otra parte del mundo. Su familia duerme aun y el sueño impúber de sus hijos le aliviará prontamente la jornada. Arduo trabajo, diferencias post-matrimoniales, nada extraño. Su esposa le da un beso somnoliento sin pensarlo mejor y él sale a la vida, al día, sin ánimo, pero sin pocas ganas. Un hombre -que es como decir, todos los hombres- sale de su casa para ser apresado, rastreado como un perro, despojado de toda la felicidad superflua que arrastra desde su tálamo ya herido. Y el hombre que somos desaparece. Se lo tragan las rejas, los banquillos, el estrado, Su Señoría, el servicio social y veitipico de años de violencia impasible. Ayer, en el noticiero que transmiten todos los días, dieron una noticia acerca de un hombre que fue declarado inocente despues de veintiseis años de encarcelamiento. Un hombre que lloraba en cámara por el tiempo perdido. Un hombre de lágrimas proustianas. Un

CRASH

Verá usted, no sé por qué tengo esta necesidad tan implacable de explicarme. De explicármele tanto a usted que tan poco me lo pide. Pero lo que ha sucedido no ha sido otra cosa que un encuentro casual de destinos. Usted cree en el destino? Porque yo no. Es decir, que lo acontecido no va a salir en ningun diario. Quizá algún incauto vampiro de vapores se atreva a hacerle parodia panfletaria, pero nada, de entrada le advierto, en este día ha sido de importancia. Y no queda nada que hacer, que no sea salir a la calle en un día perdido, con esa sensacion de que nadie, nadie en el mundo tiene nada que hacer. El día peor inmundo fue el día que no importaba, no? no dice asi la canción? como sea, me reservo el melodrama para otra ocasion que lo amerite más. No pasa nada, se lo aseguro. El hecho de que no haya devueldo un "bien" radiante a su pregunta no supone un "mal". Trate de entender. Un día uno se despierta, se toma el café y sale a la calle, un avión se cae en Canada

HERIRSE,

Herirse, no por la verdad, no por lo que dice nadie, no por las cosas que pasan, sino por esa vocecita que eres tu, dentro de ti, tratando de salir de ti, que te dice las cosas más crudas. Que eres un snob Que eres un cerdo Que eres superficialón Que tu vida es pura ficción Que no darías un cinco por tí Que estas a punto de hundirte Irremediable, irremediable, irremediable. Qué manía de repetirse las palabras como para acentuar su significado con todo y la sordera impuesta por el devenir. En general, el devenir. Herirse a sí mismo. Veneno en el oido propio y casarse con su propia mujer que es la vida, ramera y sumisa a tus propios pies. Qué vulgaridad. Herirse pensando que nadie canta contigo, tus canciones. Herirse con la noche afilada sobre el cuello. Almodón, almidón, almidón. Esto de ser producto de la inconsciencia, del surrealismo de estos días es un verdadero reto. Habría que ser honestos por primera vez y cantarnos las verdades en la cara. Alto y fuerte. Señor, si señor. Insuls

FICCION PURA

I Fátima se levantó temprano y se perfumó mucho despues del baño. Debia obligarse a que fuera un gran día. Siempre fue de esas mujeres que despiertan con una cara grande y la sonrisa en las orejas, contrario de las expresiones de sabiduría popular. En esos día tristes del cielo triste y las gotas tristes sobre el zinc de su habitacion ella se levantaba y se bañaba y se perfumaba y se enfatimaba frente al espejo con sus pedacitos de tela bordados y su afán de verse no bonita, porque qué se le va a hacer si una no nació para bonita, pero por lo menos decente. Y así salía, como salio, con su falda larga de tela suave y el bolsito que le regaló el jefe de la tribu aquella en el monte que, desde entonces fue su compañero más fiel e inseparable, y su blusa liviana a buscarse la vida cantando o silvando o murmurando alguna cancion en los días más felices u obligándose a recitar una frase del libro de turno en los días de más modorra. En sí, y claro, porque no iba a ser en no, Fátima era una d