DESPIERTA

Despierta.
Es un susurro en tu oido. Es Jim Morrison abriendo las puertas. Es una epifanía en un silencio de corchea.
La luz tempranera de la mañana se cuela por las persianas del cuarto y choca directamente con tu cara abierta. Y contra la ventana de cristal esta todo el vaho del aliento cansado de dar tumbos a ciegas. Y es hora, pero el tiempo se ha detenido en un secundero lleno de espasmos y desorientacion.
Y ahi está la premisa del día: despierta.
Entonces das vueltas en la cama tratando de encontrar el espacio que te arrullaba segundos antes. Procurando que tus movimientos correspondan a tu alta dosis de inconsciencia, de lado, boca arriba.. y te cubres la cabeza con las sábanas que se tornan ásperas. Ya no estas bien. Ya no te chupas el dedo. Ya la noche acumulada en tu cuarto no es tibia, sino que hierve contigo adentro. Y asi lo oyes claramente: despierta.
Despierta. Es un susurro en tus sienes y no deja otra opcion.
Despierta.
Despierta.
Despierta. Se vuelve molesto. Se vuelve grave, pesado, insoportable...
Despierta y ya sabes que todo tiene un tope, nada es para siempre y patrañas asi: ni en tus sueños puedes vivir feliz eternamente.
Despierta y terminas por abrir los ojos.