PROLOGO, POR EL AUTOR

Hace un año, exactamente que pensé que estaba muerto
A la altura de una cumbre mínimamente empantanada, quedo inerte y sin demasiadas ganas de hacerme el fuerte. Habrá algún intento próximo de derramar algo de literatura en éste blog. Nada podría ser más lejano a su intención primaria. Sin embargo, ya cito poco a otros autores al iniciar cada post, mis arrebatos de rabia se han ido disipando poco a poco hasta molestarme solo algunos días a la semana y las pocas veces que me siento a redactarle unas líneas al lector, doy conmigo mismo, medio muerto de sed a las alturas de otro tiempo, sin nadie más que yo. Hoy toca hacer recuento porque así me lo he impuesto. Mi disciplina escasa me basta a veces para llenarme a mí mismo a penas.
Hace un año, exactamente que pensé que estaba muerto. Deduje que el mundo había muerto conmigo, que ya no era joven, que mi cuerpo pasaría a ser parte de otro páramo desconocido, me ví entumecido y confome con mi propia muerte y, en un intento por desembriagarme, me senté a desembuchar lo poquito que tenía. Como legado, como catarsis, como berrinche. A quién le he estado hablando todo este tiempo?
Hace un año estaba muerto, indudablemente, es decir, no hay discusión. Morí. Hoy tengo que elegir un final para una muerte que lleva tanto tiempo desdoblándose a mis pies. Es seguir o no seguir, avanzar o no avanzar porque, definitivamente, soy: la existencia no tiene nada que ver con la vida y la muerte. Llevo tanto tiempo muriéndome que hay quién edita mis palabras, las ordena, las imprime, encuaderna, manda a concursar, publica... Pero quién leerá el discurso cortado de un hombre muerto? Quién se sentará con un manuscrito en sus manos y dirá sin quiebres en la voz que he muerto al fin?
Hace un año, pensé que había muerto. Y había muerto, sin duda. Era una muerte que me exigía un final y lo he venido prolongando ya por mucho tiempo. He de morir aquí, definitivamente. Tal vez, la única pregunta que quepa formularme a estas alturas, y con el control que he tenido sobre las circumstancias hasta este punto, sea la de qué final escoger. Moriré como se mueren los muertos y no regresaré nunca más. Moriré como se mueren los suicidas y regresaré trás unas largas vacaciones a querer morirme de nuevo. O moriré sin símil valedera y regresaré sobre mis pasos con botas nuevas y hacia otros rumbos. Sea cual sea el final, aquí termina esta bitácora.
Andad, pasad, y dadle paso a otras cosas, más nuevas y más frescas.

FIN

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Hola. I do so enjoy the colors of your site and quite like the sound of the music, but I am wondering if the voice is one of yours or if it is someone else's that I am not familiar with? love, orch
Anónimo ha dicho que…
prólogo o epílogo señor?
Anónimo ha dicho que…
stop o pause?

les dije..faltan botones

Entradas populares de este blog

Adiós desde nuestro Boletín

Bienvenido a Gugacheck.com !