la roja

Hace un ratico me levante para dejar a mi padre en el trabajo. De regreso a casa paso una carroza funebre por mi lado. En la ventana trasera, con la cortinita un poco corrida se veia un ataud blanco/beige (un color muy pimaveral, dicho sea de paso, para un ataud). En el semáforo, el carro que esperaba la verde enfrente mio estaba abordado por dos viejitos (Don Viejito y Doña Viejita) y en cuanto la carroza se les posó al lado, en la otra línea, no podían quitarle la vista de encima.
Pensé entonces en la gravedad del asunto, en que el viaje lento y acostado por la ciudad no estaba a más que algunos años de Los Viejitos, en cómo viajaría yo, las diferentes posiciones que el rigor mortis me permitiria... y senti que, de alguna manera, Los Viejitos me miraban a mi.
Hubo un silencio incómodo.
Lo rompí tarareando una cancion de Charly (los amigos del barrio pueden desaparecer, pero los dinosaurios van desaparecer...) y justo cuando iba a empezar a sentir sus tonos de desprecio la verde aparecio. Pero nadie se movió hasta que el carro y el muerto desaparecieron a la izquierda. Los Viejitos, aceleraron despacito, sin apuro alguno y se perdieron en la calinita que forma la calle y yo, despues d ser victima del claxon de la fila que se armaba a mis espaldas vine rápido a escribir este post.
Lo único que no me queda claro es en cuál de los tres carros hubiese preferido estar.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
espero que prefieras estar en el tuyo por un buen tiempo, o quizas en el de Don y Doña Viejitos, que mas da.... los carros funebres no me gustan, yo pienso morirme solo si los pintan de anaranjado :P
ahhh! no te lleves la roja, ni la amarilla, ni aceleres para luego romper los frenos... etc etc et...
te quiero mucho y conmigo

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